Y TE DISTE LA MEDIA VUELTA




La cuarta novela de Elga Reátegui bajo nuestra lupa
El Perú visto con
añoranza y furia
 
De España al Perú se viaja contra el reloj y, para los peruanos que se fueron a la península, volver siempre será un retorno al pasado, un pasado que muchas veces se quiere olvidar. Ese es el gran telón de fondo de Y te diste la media vuelta, cuarta novela de la periodista peruana Elga Reátegui, afincada en Valencia hace ya algunos lustros.
El viaje de 12 horas entre Madrid y Lima consume al protagonista en un mar de recuerdos, que tiene como eje central a su madre, una mujer implacable, hecha contra el mundo y que se ha levantado desde la sordidez de una jaula perdida en medio de la selva pucallpina.
Hay pocos personajes femeninos en la literatura peruana con la violenta personalidad de Shaby, quien nunca despierta afecto aún en sus momentos más trágicos, cuando como se estila aún en la selva peruana, ha muy tierna edad es entregada por su propia familia a los brazos de un hombre tres veces mayor, y tan repugnante como cualquier matrimonio forzado.
Cada hora del viaje, en cada turbulencia que afronta el avión sobre el Atlántico, el protagonista descorre su vida, desde su más tierna infancia, marcada a fuego por la ausencia del padre, pero aún más por la recia personalidad de la madre, que hace y deshace su vida como si fuera una mujer soltera, siempre ávida por refugiarse en los brazos de alguien.

Y te diste la media vuelta se lee con soltura y, aunque a veces hay un exceso de detalles, no deja de ser una narrativa ágil, con páginas muy bien logradas como el rescate que hace la protagonista de su hija mayor, quien vivía como ella vivió en medio de la selva y que, al llegar a Lima, la familia se da con la enorme sorpresa de que la niña se expresa en un lenguaje desconocido e inentendible.
La trama discurre sobre un marco histórico que los peruanos tienen trágicamente grabados en la memoria, como fueron los terribles años 80, en que el Perú se desangró con la ferocidad del ataque terrorista de Sendero Luminoso y el MRTA, combinado con la falsa ilusión que despertó Alan García, cuyo fracaso gubernamental hundió al país en una crisis apocalíptica que derivó en el sorprendente triunfo de Fujimori y el consiguiente fuji-shock.
Este contexto político-social, sin embargo, es solo referencial frente al mar de pasiones que mueve a los protagonistas y que tiene un corolario de película en las páginas finales, cuando el protagonista conoce a su padre y le encuentra sentido al tormentoso trato que siempre recibió de su madre.
Con esta su cuarta novela, Elga Reátegui consolida un estilo y se hace de un espacio propio en la literatura peruana.
Su narrativa tiene una visión muy personal: la de los peruanos que viven su peruanidad y mantienen vivos sus lazos con el Perú desde el extranjero, en este caso desde España. Será con añoranza o con odio, con sentimiento o con furia, el peruano en el extranjero carga su pasado peruano, que lo mantiene ligado a la tierra que lo vio nacer.
            Ese fue el marco utilizado por Elga Reátegui para dar los trazos y perfilar a sus personajes en A este lado y al otro y que ahora utiliza con buenos resultados en Y te diste la media vuelta, una novela que destila madurez y confirma la realidad de una novelista con futuro prometedor.
           
            DENNIS ALVARO

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