LA PERRA LENGUA DEL PRESIDENTE ELECTO
Ya no hay duda que PPK va a ser un presidente singular y la
lengua, que ha demostrado tenerla un poco floja, lo va meter en problemas que
ojalá no compliquen su mandato.
Desde que era ministro de Energía y Minas, en el segundo
belaundato, PPK no se caracterizó precisamente por ser un buen y fluido
comunicador. Y esa imagen se mantuvo durante su ejercicio de premier y ministro
de Economía de Toledo.
Su estilo
era más bien de pocas palabras, un poco cortante, con frases intercaladas y algunos vacíos, algo
así como la forma de hablar que Palma y sus biógrafos le atribuyeron al
mariscal Ramón Castilla, nada menos.
Esa poca
maestría de PPK con la lengua tuvo sus picos altos en la primera vuelta, cuando
se burló de la “perra vida” de Mendoza y, en la segunda vuelta, cuando con mala
leche soltó ese esperpento de que “hijo de papá ratero, también es ratero”.
Ahora como
presidente electo, el lunes dio una luz sobre su futuro premier –“será joven,
independiente y algo gordito”- para al día siguiente decir que solo era una
broma y añadir, siempre sonriente, “ahora el premier tiene aretes, pelo verde y toca
la guitarra”.
Sería
bueno que sus asesores le recuerden a PPK que la campaña ya pasó y,
si bien tuvo suerte con sus dislates por el fragor de la disputa electoral, como presidente debe saber que el país ya
no está para bromas.
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