CALENTAMIENTO GLOBAL, NUNCA ES TARDE PARA EMPEZAR
El mundo tiembla, pero no de frío, sino por el calentamiento global y el reciente fracaso de la Cumbre del cambio climático en Copenhage, donde Estados Unidos y la China –los dos más grandes contaminadores del planeta- se negaron a comprometerse oficialmente a adoptar polìticas internas para reducir su emision anual de gases tóxicos.
La posición de estos dos gigantes fue determinante para el fracaso de la Cumbre mientras que se avanza, en forma inexorable, a un cambio ambiental planetario que muestra su cara fea con el derretimiento de los nevados en el Perú, la desglaciación de los polos y con los violentos cambios climáticos en todas las partes del globo.
Ya para nadie es un secreto que se debe frenar y revertir el envenenamiento de la atmósfera con la emision de gases tóxicos como el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso y otros tres gases industriales fluorados, que se encuentran hasta cuando uno se perfuma las axilas con un spray.
La preocupación crece al comprobarse que el nivel del mar aumenta de 1 a 2 centímetros por decenio, y un aumento de 2 grados en la temperatura mundial simplemente haría desaparecer en pocos años los nevados ubicados en zonas tropicales, lo que para el Perú significaría ver pelados a todos los bellos picos del Callejón de Huaylas, por citar solo una zona de nuestra extensa serranía.
Este aumento de temperatura, también derrite de a pocos los polos Norte y Sur, lo que eleva el nivel del mar y trastoca los climas a nivel mundial.
Si desapareciera la Antártida, los oceános aumentarían 125 metros de caudal y sólo se necesita un crecimiento de 6 metros para que Nueva York y Londres (y La Punta en el Perú) queden bajo las olas.
SE ABRIERON OJOS EN RÍO
Este calentamiento global se debe al llamado fenómeno invernadero, por el cual los gases ya mencionados se concentran y forman como un anillo caliente que se establece en la superficie terrestre y en la parte baja de atmósfera, lo que impide que el calor solar rebote en la Tierra y vuelva al espacio.
Se le llama fenómeno invernadero en alusion a los invernaderos de los agricultores, quienes para determinados sembríos crean climas más calientes al cercar un área con vidrios y plásticos gruesos, los que retienen el calor del sol e impiden que salga al espacio y se diluya.
La preocupación por el calentamiento global tuvo su punto inicial en la Cumbre de la Tierra, realizada en Río de Janeiro, Brasil, en 1992, donde participaron más de un centenar de presidentes y jefes de estado.
Allí se advirtió que si no se frenaba y reducía la emision de gases invernadero, la temperatura del planeta subiría de 1.4 grados a 5.8 grados centígrados al 2100.
En 1997, los países presentes en la Cumbre de la Tierra volvieron a reunirse y firmaron el Protocolo de Kyoto, en Japón, que estableció un límite que debería cumplir cada país para tratar de reducir en al menos 5% la emision de gases tóxicos.
Si bien la Unión Europea apoyó en bloque lo establecido en Kyoto, el principal contaminante del mundo, Estados Unidos, se negó a cumplir el Protocolo y menos lo ha ratificado hasta hoy.
China y la India, los dos países emergentes con mayor industrialización, aceptaron a regañadientes el Protocolo de Kyoto, pero en la reciente Cumbre de Copenhage, bajo el argumento de ser economías en desarrollo, evitaron comprometerse a reducir sus niveles de emision de gases tóxicos y a modificar, mejorar y renovar sus actuales modos de producción industrial por medio de tecnologías no contaminantes o ambientalistas.
PLAGAS DESATADAS
La Comisión Internacional del Cambio Climático de la ONU tras su cita en París, hace dos años, emitió un informe titulado "Cambio Climático 2007: La Evidencia Científica", donde advirtiò a todos los gobiernos del planeta de lo que se viene si no se hace algo ya para evitar el calentamiento.
Con un clima más cálido, precisa el informe elaborado por 500 cientìficos, se dará un fenómeno mayor de evaporación marina, con el consiguiente aumento de las lluvias en todo el globo, que a su vez acentuará la erosion de tierras y las inundaciones.
Este fenómeno, modificaría la fauna y flora del mundo, y males tropicales como el dengue y la malaria podrían extenderse peligrosamente porque su vector, el zancudo, crece y se reproduce en las aguas estancadas y climas cálidos.
El crecimiento de los oceános por la desaparición o reducción de los hielos polares, a su vez, trastocaría las corrientes marinas continentales, y así desaparecerían las aguas cálidas que van desde la línea ecuatorial hasta el Polo Norte y Europa y parte de Estados Unidos podrían sufrir de inviernos glaciales prolongados.
Para evitar este negro y crudo futuro, los especialistas recomiendan reducir la quema de carbón, petróleo y gas natural, y buscar energía alternativas, como la solar y la eólica. Nunca es tarde para empezar cuando ya se sabe lo que se tiene que hacer.
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